17 ene 2014

Videntes y Chamánes de confianza parte 2 * Laetizia Medium y Espiritista *

Hola mis amig@s del todo el mundo hoy quiero continuar con la presentacion del segundo vidente de confianza.
Hoy quiero presentar  Laetizia como * MEDIUM * ESPIRITISTA *


http://www.laetizia-a.com/es_laetizia/site/index.php?page=laetizia.php


Tras algunas sesiones, numerosos pacientes me piden que les cuente mi historia. Desean saber cómo supe que tenía EL DON y cómo decidí valerme de él para ayudar a quienes me rodeaban.
No me gusta mucho hablar del tema, ya que hace referencia a sensaciones muy íntimas, muy intensas.

Si tiene la certeza de que desea saber más, si no se impresiona con facilidad, aquí tiene :

« Vivía en Italia, en las montañas, en el centro de una pequeña isla del Mediterráneo. Mis padres habían muerto y mi única familia era mi abuela. Hace ya mucho de esto, pero aún así ya llegaban turistas ansiosos de descubrir lugares más soleados, más salvajes, más hermosos. Un día, cuando tenía nueve años recién cumplidos, una joven inglesa llegó al pueblo. Se había perdido y me ofrecí a acompañarla. Me tendió la mano con toda naturalidad.
Y fue entonces cuando sucedió...

En el momento en que deslicé mi mano en la suya, todo se puso patas arriba. Mi corazón latía violentamente y el paisaje que nos rodeaba se volvió borroso, como si estuviera desapareciendo. Tenía la impresión de que mi corazón latía al ritmo del de esta joven mujer, como si no fuéramos más que una misma y única persona. Fue algo aterrador para una niña pequeña.
Mis ojos se clavaron fijamente en los suyos.
De repente, si bien no me había movido ni un centímetro, me encontré como proyectada en una casa que no conocía. Compréndame: no estaba soñando. Todo era real a mi alrededor: el aire que respiraba, los olores desconocidos que percibía y hasta la alfombra de lana que se extendía bajo mis pies...

En esa sala la joven mujer estaba sentada, vestida íntegramente de negro, y lloraba.
A su lado, un hombre yacía en la cama.
Desconozco cómo, pero supe que se trataba de su padre. Me invadió una enorme tristeza, como si fuera yo quien había perdido un ser querido.
También sabía, en lo más profundo de mi alma, que no se trataba de un recuerdo.

Se trataba del futuro.
Estaba viendo algo que se IBA a producir.

De repente, solté su mano. Como "aspirada" por un gran soplo de aire, me encontré de nuevo en el momento presente, bajo el sol. Me sentía como de vuelta de un extraño "viaje" en el espacio y en el tiempo.
Así exactamente es como se produjo mi primera visión, mi primer flash adivinatorio, de manera totalmente espontánea.
Todo ello era raro y muy inquietante para la niña pequeña que era entonces. Al volver a casa, se lo conté todo a mi abuela.

Y fue entonces cuando supe toda la verdad

Ella, al igual que mi propia madre y que su abuela, también tenía el Don. Se trata de un secreto que solo se revela en nuestra familia a quienes reciben el Don, en el mismo día en que se manifiesta...

Todas esas mujeres se valieron de él para hacer el bien, desarrollando sus poderes con el paso de los años, en nuestra isla preservada en medio del Mediterráneo.

Ya se puede imaginar como sigue la historia: mi abuela se ocupó de mi Don, me enseñó a controlarlo, a valerme de él, a provocar visiones a voluntad.

Algo que resulta muy difícil, ya que mis poderes mediúmnicos son aún más intensos que los de mis ancestros : un buen médium no debe dejarse asaltar: debe mantener el control.

Contrariamente a las generaciones precedentes, cuando cumplí 20 años decidí visitar los grandes lugares místicos de Europa.

Allí conocí uno por uno a los Grandes Magos, que me recibieron bajo su tutela, me formaron en todos los saberes, todas las técnicas de videncia, y finalmente me acogieron dentro del Círculo de Poder Oculto Blanco.

Hoy soy yo quien ocupa el puesto de Maestra en la práctica de todos los instrumentos y técnicas del ocultismo: videncia pura, astrología, tarot, cosmogonía, cálculo de números de suerte, lectura de runas, péndulo, ceremonias propiciatorias...

Terminé por regresar a mi isla, donde ahora paso la mayor parte de mi tiempo, excepto cuando alguien tiene una verdadera necesidad de una consulta particular o ciando nuestro Círculo de Magos se reúne.

Aquí está mi primer secreto

Obtengo gran parte de mi fuerza psicológica de mi relación telúrica con la tierra en que nací.

Está cargada de poderes que datan de períodos anteriores a la propia Antigüedad. Períodos en los que una forma de magia más sensible que la actual impregnaba todas las cosas.

Mi segundo secreto de Vidente

Los que, como yo, poseen un Don de gran poder, están aquí abajo para ponerse al servicio de los demás. Todos los Grandes Magos lo aprenden durante su formación.

Decidí hace mucho tiempo (¡ya no soy una jovencita!) consagrar mi vida a las personas necesitadas para servirles de guía, desvelarles las señales del Destino que veo para ellos.

Trato además de mostrarles el modo en que la Suerte se trabaja de manera cotidiana: Fuerzas Invisibles que dibujan líneas de vida para cada uno de nosotros. Por nuestra parte, debemos aprovechar las oportunidades a tiempo, tomar las decisiones correctas.

Con la ayuda de un verdadero médium, si le escuchamos de verdad, esto puede ser una tarea muy sencilla.

¿Cómo cree usted que llegaron hasta allí las personas que triunfan y gozan de vidas llenas de riqueza y felicidad increíbles? La mayor parte recibió ayuda oculta.

Una verdad que puede sorprenderle

Adquirí una gran ciencia en el ámbito del ocultismo, los saberes más antiguos y más secretos. Es cierto.

No obstante, no lo sé todo sobre el misterio que hace aparecer mis Visiones: Por qué las Fuerzas Invisibles "contactan" conmigo para prevenir y acompañar a una persona determinada, de manera urgente. Por qué soy elegida como enlace privilegiado entre mi paciente y las fuerzas astrales.

Cuando veo, cuando siento que existe una urgencia para alguien, acepto mis visiones y hago aquello por lo que estoy aquí.

Jamás olvido esta frase de mi abuela: "Si necesitas que te expliquen para comprender, entonces ninguna explicación conseguirá jamás que comprendas".

De ese modo, pongo mi conocimiento y mi Don en marcha, esperando dar siempre lo mejor de mí.

Las cartas y los correos electrónicos de mis pacientes, que me narran todos los cambios felices que mis intervenciones permitieron en sus vidas, son para mí la mejor de las recompensas.

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